Campeones

Campeones (mayo 2018)

A veces la vida nos da sorpresas, ¿recuerdan la canción de Pedro Navaja?, y creo que Campeones lleva camino de convertirse en el acontecimiento de las pantallas españolas del año. Superar en número de espectadores en su tercera semana al último estreno de Spielberg es toda una premonición

No abundaré en algunos datos suficientemente conocidos -10 actores con discapacidad intelectual elegidos entre 600-dos con síndrome de Down-un club de deportivo de deportistas con discapacidad intelectual de Burjasot, deportista despojado de un título paralímpico, entrenador de élite condenado a trabajos para la comunidad u otras cuestiones muy importantes en el mundo del cine, como la ausencia de las empresas de televisión en su producción.

Campeones es una comedia clásica apoyada en un guión de David Maiqués preciso como un reloj, mezcla actores profesionales magníficos, -Javier Gutiérrez lleva varios años en estado de gracia- con otros aficionados, quizá el verdadero acierto no exento de riesgo del trabajo de Fesser su director y coguionista que funciona desde el primero de los gags.

Pero todo esto no justifica por completo el respaldo del público, por tanto, ¿qué ofrece Campeones? En mi opinión, en el hecho de que sean deportistas con discapacidad interpretándose ellos mismos y lo hagan como si fuesen verdaderos profesionales. No son actores con discapacidad que interpretan papeles de personas sin ella, son una misma cosa, hacen lo que habitualmente suelen hacer, divertirse jugando al baloncesto.

Javier Fesser quiere y cree en sus intérpretes y quizá por ello les exige algo más que hacer bien su trabajo, los empuja a intercambiar roles prefijados, hasta el punto que nuestro arrogante, irascible ,y antipático entrenador de un equipo de élite, arregla su profunda crisis matrimonial gracias a unos deportistas que en un primer momento califica de “subnormales”.

Sorpresas que da la vida, soy de los que piensan que disfrutar tanto del deporte como de la vida es una sabia actitud profundamente humana, y si en el camino no se consigue ganar pues no pasa nada. ¿Qué es mejor ser marino o submarino? le espetan nuestros protagonistas al perplejo entrenador que ve a sus jugadores celebrando la derrota.

Por señalar alguna pega desde la orilla profesional: no se improvisa un equipo en una semana, casi imposible jugar y competir con éxito en tres meses. Antes se deben conocer las reglas, obedecer al árbitro, mimetizar el concepto de equipo…..

Asuntos menores en el contexto de una película notable, profundamente humana que hace además una importante labor pedagógica, abriendo algo más los ojos a la sociedad sobre el mundo de la discapacidad intelectual.

Luis Mayoral

Gerente de Down Burgos.

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