Motodown 17

Motodown 17

Madrugó el equipo organizador de Motodown 17. A las 8 de la mañana ya estaban en San Adrián de Juarros ,sede de la actividad: Marisa,Quique, Vicki ,Iván,los Maté Vicario,Silvia y Manuel y el equipo de Eladio Calvo. Bajo la dirección de Marisa y Quique la infraestructura comenzó a levantarse: Mesas, pancartas, publicidad, regalos, relleno de cámaras de bebidas elementos imprescindibles para que la IV Quedada Motera comenzara a rodar.

Con puntualidad burgalesa a las 9.30 todo estaba dispuesto para acoger a los participantes. Poco a poco fueron llegando las motos y los moteros. A las 11.30 la plaza presentaba un aspecto impresionante, 200 motos y 285 personas se agrupaban en corrillos.

Antonio, veterano y su mujer a bordo de una Lambretta con sidecar comentaba las dificultades de su vehículo para recorrer distancias largas, aunque de inmediato confesaba que le privaba soltar gas con otra moto más poderosa. Juan, enfundado en un mono negro me ilustraba sobre la que para él suponía la moto -la suya un Honda 600- y el motero. Es un símbolo, una seña de identidad, capaz de dividir a la humanidad en moteros y otros. Uno, que desconoce todo sobre este particular, curioso y atractivo mundo se enteró que un casco sobre la carretera colocado al revés advierte de accidente y en consecuencia necesidad de ayuda.

En un extremo de la plaza, Eladio director técnico y su equipo enrolados en el CD Bridgestone se afanaban en ubicar una selección de motos de cross rescatadas de ¡quién sabe que depósitos o garajes!. De Palacios acudieron dos valientes –porque no se puede calificar de otra manera a quienes se atreven a recorrer 300 km en máquinas con más de 60 años de vida. A una de ellas una Montesa Brio 91 de 1957 se la concedió el premio a la moto más antigua y a su jinete y reparador Pablo Chicote el galardón de motero más joven.

Jesús, zamarra negra, mono del mismo color botas y casco reluciente ,al poco de bajarse de una impresionante BMW 1.200 me dijo ,que el motero es un tipo solidario que par ellos no existen rivalidades ,ni envidias sobre si una maquina es más guapa o posee mayor cilindrada, la moto asienta al motero le hace miembro del grupo pero no marca diferencias, nadie es más que nadie ,sentenció ,evocando a Machado.

Y así entre abrazos, saludos, chascarrillos, comentarios de la última concentración vivida y visitas al bar llegamos a la hora de la salida, 75 km por la sierra de Juarros.

Borja, Julia, Miguelín y Alvar cortaron la cinta a las motos que en fila india comandadas por los voluntarios de “Moteros Burgos”, abandonaron el pueblo.

No se fueron todos, un grupo de Harley´s quedaron en torno a la barra. ¡Qué tendrá esta gente para mantenerse fiel a sus símbolos!, cada vez que me topo con ellos se me aparecen los protagonistas de Easy Ryder y sin duda los que más expectación suscitan, buena gente sin duda.

A la vuelta visita a la barra, birra, pinchos y a comer. Antes, voluntarios del pueblo dirigidos por el alcalde y su concejal de festejos , dispusieron todo lo necesario para afrontar la excelente paella que en vivo y en directo había preparado la gente de la Sartén de Toño. Al mismo tiempo Blanca Chicote, una estudiante del conservatorio de Burgos y miembro de la Banda de Palacios de la Sierra con síndrome de Down amenizaba la comida con su saxofón. El tiempo respetaba y todos esperando el sorteo. Más de 60 lotes aportados por un montón de amigos fueron recogidos tras el postre. Además la organización entregó los premios especiales al motero más veterano ,un joven de 71 años de Burgos, la acompañante más veterana, el motero más lejano, el acompañante más joven, la moto más antigua y el motero más joven.

Al finalizar el sorteo los moteros abandonan la plaza, satisfechos por haber disfrutado de un día casi casi redondo. Hasta el año que viene amigos.

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