El último fichaje de Caja de Burgos
ASDBU
DIARIO DE BURGOS
Laura de Pedro Ortiz tiene 26 años, y desde principios del mes de julio trabaja en la entidad financiera. Se ocupa de la correspondencia.
Ha comprendido el mecanismo de su puesto de trabajo en apenas quince días, mantiene una magnífica relación con sus compañeros y ya se conoce todos los vericuetos de la Casa del Cordón, sede de Caja de Burgos donde Laura de Pedro Ortiz trabaja desde el pasado 3 de julio. La contratación de esta joven de 26 años ha sido una apuesta clara de la entidad financiera por la diversidad y por la capacidad de quienes se denominan personas con discapacidad intelectual.
Trabaja cuatro horas por la mañana -tiene un contrato de fomento para discapacitados a tiempo parcial de una duración de un año- recogiendo las sacas de correspondencia de todo el edificio, también mete en sobres algunos documentos y se ocupa del correo devuelto, clasificándolo por orden alfabético.
Por las tardes lo que más le gusta hacer es salir a tomar algo con su pandilla a los que ha conocido en Aspanias en uno de cuyos centros va a estudiar. Dice que su familia está muy contenta de ver que ha conseguido un empleo. Ella, desde luego, está encantada. No hay nada que no le guste de la Caja.
Tan contento como ella se encuentra Marcelo Miñón, director de Recursos Humanos de la entidad, quien explica que fue uno de sus directivos el que le habló de la posibilidad de contratar una persona con discapacidad intelectual porque conocía la experiencia de otra empresa. "Estudiamos a fondo la situación en contacto con la Asociación Síndrome de Down Burgos y desde el primer momento supimos que íbamos a seguir adelante".
Los compañeros la han acogido con auténtico entusiasmo. "La gente le para, le saluda, le ayuda en lo que necesita y el personal nos ha felicitado por su incorporación. Yo creo que ha sido una buena idea, que va a ser rentable para la Caja" asegura Miñón, quien cree posible ampliar esta política social de contratación dentro de la institución. "Las empresas deberíamos hacer estos gestos que son los que cuentan ante la sociedad y los que dan salida a estas personas que son felices".
Luis Mayoral, presidente de Síndrome de Down Burgos, considera un hito casi a nivel nacional el contrato que Caja de Burgos ha hecho a Laura porque no hay entidades parecidas que hayan apostado así por la discapacidad intelectual.
Laura es la quinta joven con síndrome de Down que trabaja en Burgos: dos lo están haciendo en Telepizza, otro en Ojeda y otro en Ford empresa a la que se ha incorporado recientemente. Cinco de cincuenta que están en condiciones de trabajar no es una gran cifra, pero Mayoral asegura que se está en camino de conseguir una mayor sensibilidad empresarial.
La metodología que se ha empleado en estos casos es la del empleo con apoyo en la que el joven trabajador está auxiliado por un tutor que está con él en su puesto de trabajo en los primeros momentos. Detrás de este acompañamiento hay un enorme trabajo de planificación y de intermediación laboral para que las chicas y chicos con síndrome de Down desarrollen su labor en el mejor ambiente posible. Con Laura lo han logrado con creces.