Por la construcción de un proyecto de vida singular

ASDBU
Diario de Burgos El síndrome de Down se entiende como un «error casual» que ocurre durante el proceso de división de las células tras la fecundación. Cada célula se compone por 46 cromosomas agrupados de dos en dos, mientras que las personas que padecen esta anomalía congénita tienen tres cromosomas del par 21 -en lugar de dos-, por lo que el número total asciende a 47. Recibe el nombre de ‘trisomía 21’. La presencia de este cromosoma extra es lo que condiciona la aparición de diversas irregularidades tanto físicas como psíquicas, que requieren de una atención y un cuidado especial sobre los afectados, para que logren alcanzar un desarrollo óptimo en todos los aspectos. Insatisfechos con las soluciones que se brindaban desde las administraciones públicas para sus hijos, un grupo de familias decidieron constituir en 1985 la Asociación Síndrome de Down de Burgos, con la misión de conseguir su autonomía individual. Los servicios que ofrece asumen este compromiso y se desarrollan en los diferentes ámbitos de la vida como la escuela, el empleo, la vivienda o el ocio. Y por ello, la asociación cuenta con tres centros de atención en la ciudad. En primer lugar, «en el centro de actividades se incluye lo que llamamos la atención temprana, el asesoramiento a las familias y los apoyos escolares», explica Luis Mayoral, presidente de Asdbu. Este servicio se presta de forma ambulatoria, es decir, que los niños acuden a lo largo de la semana durante unas horas a las instalaciones para recibir el cuidado que necesitan. Por su parte, para las familias, «el centro funciona como un instrumento de información, de diagnóstico o de informes», detalla Mayoral. Por otra parte, en el mismo edificio también se ubica el colegio específico, concertado con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. La escuela cuenta con dos aulas, a los alumnos se les divide en función de su edad y son atendidos por cuatro profesores, uno de ellos encargado de la materia de educación física. Por último, se encuentra el centro de mayores para la promoción de la autonomía personal, que cubre las prestaciones de las personas adultas que ya han acabado la etapa de escolarización, a partir de los 20 o 21 años. «Aquí se les ofrece una serie de programas con los que se intenta buscar siempre su máxima autonomía. Además, se integra el servicio de apoyo a la inserción laboral, que ha conseguido que parte de estas personas estén trabajando. En la actualidad, mantenemos 8 puestos de trabajo en empresas ordinarias y administraciones», declara el presidente de la entidad. Asimismo, sus prestaciones no solo se quedan en la ciudad de Burgos, sino que también proporcionan un servicio de atención temprana, llamado equipo itinerante, en la provincia, en concreto, en los municipios de Belorado, Medina de Pomar, Lerma, Briviesca y Salas de los Infantes. La Junta de Castilla y León se dedica a la evaluación y el diagnóstico de los pacientes, y la asociación se ocupa de la aplicación física.
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